jueves, 8 de abril de 2010

Engaño

José nunca imaginó lo que estaba por pasar. Creía tener todo bajo control pero no fue así. Él trabajaba en una fábrica de goma eva, estaba casado y tenía dos hijos. Le gustaba seducir a chicas menores de 18 años por el chat para después encontrarse con ellas y abusarlas. Luego, y para procurar que no dijeran nada, las amenazaba con matar a toda su familia si decían una sola palabra a alguien ya que tenía amigos en la policía y le resultaría fácil encontrar todos los datos personales (mentira, no conocía a nadie pero ese argumento causaba temor y nunca lo denunciaban). Su mujer no estaba ni siquiera enterada de lo que sucedía. Como ella no tenía idea del manejo de PC, José corría con la ventaja de que no pudiera revisar su correo ni sus conversaciones.
Un día comenzó a tener una charla con una chica cuyo nick era "Flower". Se hacía llamar así porque no quería que supieran su verdadero nombre. Si bien a José le gustaba conocer a la perfección a su víctima, sentía cierta diversión al tener esa intriga. Igualmente sabía que ella tenía 15 años, iba a la escuela Sagrado Corazón y vivía por Caballito. Con todo tipo de estrategias (frases, tarjetas web, etc.) atrapó a la chica con la que quedó en encontrarse el 15 de marzo a las 21 hs. en la Plaza Almagro para conocerse y "ver qué pasaba". A ella se la veía muy interesada por ese encuentro ya que a toda hora le mandaba mails o le escribía en el chat contándole lo ansiosa que estaba.
Finalmente llegó el día y José, vestido con un pantalon de jean y una camisa azul (tal como le dijo a "Flower") se sentó a esperar en uno de los bancos de la plaza. Eran las 21.10 hs y la chica no había llegado. Le mandó un mensaje y contestó: "Estoy atrasada. En 5 estoy ahí. Me vas a reconocer por mi pollera negra". Confiando en ella aguardó un rato más. En un instante sintió que alguien le pegó una trompada en la nuca mientras otra persona lo sujetaba de los brazos. Trató de liberarse pero ellos eran más fuertes que él. Sin poder verles las caras tiró un par de piñas al aire que no tuvieron ningún efecto. Luego lo encapucharon y lo metieron dentro de un auto. Tras andar por tres horas y aplicarle reiteradas torturas tales como: quemarlo con cigarrillos; mutilarle dos dedos de la mano derecha y cortarle el miembro, lo dejaron tirado y atado de pies y manos en la puerta de la comisaría 5º. En el bolsillo de su pantalon pusieron una nota en la que explicaba lo que le había hecho a Miranda, una chica de 16 años a quien violó y amenazó luego de conocerla por chat. Con el correr del tiempo se fueron conociendo los otros 12 casos en los que estuvo involucrado.
Hoy José cumple la pena de prisión perpetua en el penal de Olmos.